Es importante empezar a caminar tan pronto como pueda después de su cirugía, pero necesitará apoyo para hacerlo mientras su pierna esté sanando. Las muletas pueden ser una buena opción después de una lesión o cirugía de la pierna si sólo necesita un poco de ayuda con el equilibrio y la estabilidad. Las muletas también sirven cuando su pierna sólo está un poco débil o adolorida.
Si está experimentando mucho dolor, debilidad o problemas con el equilibrio, hable con el médico. Un caminador puede ser una mejor opción para usted que las muletas.
Mientras se esté desplazando con las muletas:
Recueste sus muletas al revés cuando no las esté usando para que no se caigan.
Cuando usted camine usando muletas, las moverá hacia adelante en lugar de la pierna débil.
Vaya poco a poco. Puede tardar un tiempo acostumbrarse a este movimiento. Su proveedor de atención hablará con usted sobre cuánto peso debe poner sobre la pierna débil. Las opciones incluyen:
Para sentarse:
Para pararse:
Evite las escaleras hasta que esté listo para usarlas. Antes de que pueda subirlas y bajarlas sobre los pies, puede sentarse y deslizarse hacia arriba o hacia abajo, un paso a la vez.
Cuando esté listo para subir y bajar escaleras sobre los pies, siga estos pasos. Al principio, asegúrese de practicarlos con la ayuda de alguien como apoyo.
Para subir escaleras:
Para bajar escaleras:
Haga cambios en su casa para prevenir caídas.
Revise la punta o puntas de las muletas diariamente y reemplácelas si están desgastadas. Usted puede conseguir puntas de repuesto en su tienda de suministros médicos o en la farmacia local.
Use una mochila pequeña, una bolsa de cintura (canguro) o bolsa de hombro para portar artículos que necesite, como su teléfono celular. Esto mantendrá sus manos libres mientras está caminando.
En Ortopedia del Campus estamos a su disposición para ayudarlos en su recuperación.