Es una enfermedad que afecta los huesos, las articulaciones y los tejidos blandos de los pies y los tobillos. Se puede presentar como resultado del daño a los nervios en los pies debido a la diabetes o a otras lesiones en los nervios.
El pie de Charcot es un trastorno poco común y que causa discapacidad. Es el resultado de daño a los nervios en los pies. Una causa común es la neuropatía periférica.
La diabetes es la causa más común de este tipo de daño a los nervios. Este daño es más frecuente en personas con diabetes tipo 1. Cuando los niveles de azúcar en sangre son altos durante mucho tiempo, ocurre tanto daño a los nervios como a los vasos sanguíneos en los brazos y las piernas.
El daño a los nervios hace que sea difícil notar la cantidad de presión en el pie o si está siendo presionado. El resultado es lesiones pequeñas y persistentes en los huesos y los ligamentos que brindan soporte al pie.
Otros factores que provocan daño en los pies incluyen:
Los síntomas tempranos en los pies pueden incluir:
En etapas posteriores, los huesos se rompen y se salen de su lugar, lo que causa que el pie o el tobillo se deforme.
Los huesos que resaltan en ángulos poco normales pueden producir llagas por presión y úlceras en los pies.
El objetivo del tratamiento es detener la pérdida ósea, permitir que los huesos sanen y evitar que los huesos se salgan de su lugar (deformidad).
Inmovilización. Su proveedor le indicará usar un yeso de contacto total. Esto ayudará a limitar el movimiento de su pie y tobillo. Probablemente se le pedirá que elimine el peso que pone en el pie por completo, por eso necesitará usar muletas, un caminador con ruedas o una silla de ruedas.
Se le colocarán nuevos yesos a medida que la hinchazón disminuye. La curación puede tomar un par de meses o más.
Calzado protector. Una vez que su pie haya sanado, su proveedor puede sugerirle algún dispositivo para darle soporte a su pie y prevenir nuevas lesiones. Estos pueden incluir:
Cambios en actividades. Usted siempre estará en riesgo de padecer de nuevo el pie de Charcot o desarrollarlo en el otro pie. Su proveedor puede recomendar cambios en sus actividades, como limitar el estar de pie o caminar para proteger sus pies.
Cirugía. Usted podría necesitar cirugía si tiene úlceras en los pies que aparecen constantemente o deformidad grave del pie o tobillo. La cirugía puede ayudarle a estabilizar las articulaciones del pie y del tobillo y remover las áreas óseas para prevenir úlceras en los pies.
Seguimiento permanente. Usted necesitará ver a su proveedor para los chequeos y tomar medidas para proteger sus pies durante el resto de su vida.
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