Las torceduras de pie son lesiones frecuentes que afectan los ligamentos, el tejido conectivo que une los huesos en una articulación. Estas lesiones pueden ocurrir en cualquier momento, ya sea durante una actividad deportiva, caminando en terreno irregular o incluso en situaciones cotidianas. Aunque algunas torceduras pueden ser leves y sanar con cuidados básicos en casa, otras requieren atención médica para evitar complicaciones.
Una torcedura de pie ocurre cuando se estira o se rompe un ligamento en el pie o el tobillo. Generalmente, sucede cuando el pie gira o se dobla de forma inusual, generando una sobrecarga en los ligamentos. Las torceduras de pie suelen clasificarse en grados según la gravedad:
Algunos síntomas comunes de una torcedura de pie incluyen:
Si crees que has sufrido una torcedura de pie, es fundamental realizar un manejo inicial adecuado para reducir el dolor y la hinchazón. El método RICE es el más recomendado:
Aunque muchas torceduras de pie leves pueden tratarse en casa, hay señales de advertencia que indican la necesidad de acudir a un profesional. Es importante que un traumatólogo evalúe la lesión si:
El traumatólogo realizará una evaluación detallada, que puede incluir una radiografía o una resonancia magnética para descartar fracturas o desgarros importantes.
El tratamiento depende de la gravedad de la torcedura: