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Fracturas de los dedos de la mano

Las fracturas de los dedos de la mano son lesiones frecuentes tanto en la población general como en deportistas y trabajadores manuales. Aunque pueden parecer menores en comparación con otras fracturas, si no se tratan adecuadamente pueden comprometer significativamente la función de la mano, generando rigidez, dolor crónico o deformidades permanentes.

¿Qué es una fractura de dedo?

Una fractura de dedo ocurre cuando uno de los 14 huesos que componen los dedos de la mano (falanges) se quiebra parcial o totalmente. Puede afectar cualquier dedo, pero son más comunes en el dedo anular y el meñique, debido a su ubicación más expuesta.

Causas comunes

  • Traumatismos directos: como golpes, caídas o accidentes deportivos.

  • Aplastamientos: típicos en entornos laborales o domésticos.

  • Torsiones o hiperextensiones forzadas.

  • Golpes con objetos pesados o maquinaria.

Síntomas

  • Dolor agudo localizado en el dedo afectado.

  • Hinchazón y enrojecimiento.

  • Dificultad o incapacidad para mover el dedo.

  • Deformidad visible (en casos desplazados).

  • Hematomas o sangrado bajo la uña (si la fractura afecta la falange distal).

Diagnóstico

El diagnóstico se basa en la evaluación clínica y la confirmación radiológica. La radiografía es la herramienta principal para visualizar el tipo de fractura, su localización y el grado de desplazamiento. En casos complejos, puede requerirse una tomografía computada (TC).

Clasificación de fracturas

  • No desplazadas: el hueso está roto pero en posición correcta.

  • Desplazadas: los fragmentos óseos están desalineados.

  • Conminutas: el hueso se rompe en varios fragmentos.

  • Intraarticulares: afectan la superficie de la articulación.

  • Abiertas: el hueso atraviesa la piel (mayor riesgo de infección).

Tratamiento

El tratamiento depende del tipo y gravedad de la fractura:

Conservador (no quirúrgico)

  • Inmovilización con férulas o yesos.

  • Reposo funcional durante 3 a 6 semanas.

  • Analgésicos y antiinflamatorios.

  • Elevación del miembro para reducir el edema.

Quirúrgico

  • Reducción abierta y fijación interna con agujas, tornillos o miniplacas.

  • Se indica en fracturas desplazadas, inestables, conminutas o intraarticulares.

  • Posteriormente se requiere fisioterapia.

Recuperación y Rehabilitación

La rehabilitación es clave para evitar complicaciones como rigidez, pérdida de movilidad o adherencias. Incluye:

  • Ejercicios de rango de movimiento (a partir de la 3.ª o 4.ª semana, según el caso).

  • Terapia ocupacional para readaptación funcional.

  • Fortalecimiento progresivo.

Complicaciones posibles

  • Artrosis postraumática.

  • Pérdida de movilidad.

  • Dolor crónico.

  • Pseudoartrosis (falsa unión del hueso).

  • Infección en fracturas abiertas o postquirúrgicas.

Conclusión

Las fracturas de los dedos de la mano, aunque comunes, deben tratarse con seriedad. Un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado permiten una recuperación completa en la mayoría de los casos. Ante cualquier traumatismo en la mano que genere dolor, deformidad o pérdida de movilidad, se recomienda consultar de inmediato con un traumatólogo.