La marcha humana es un proceso biomecánico complejo que involucra la coordinación entre el sistema musculoesquelético y el sistema nervioso. Alteraciones en este patrón pueden derivar en sobrecargas, compensaciones y, finalmente, en lesiones. Desde la traumatología, el análisis de la marcha se ha convertido en una herramienta clave para la prevención de lesiones en pacientes de todas las edades y niveles de actividad física.
El estudio de la marcha es una evaluación biomecánica que analiza cómo una persona camina, con el objetivo de detectar alteraciones o disfunciones en la postura, apoyo del pie, distribución de cargas, alineación articular y coordinación muscular.
Este estudio puede realizarse mediante observación clínica o con herramientas tecnológicas como plataformas de presiones, sensores inerciales, cámaras de alta velocidad y softwares de análisis 3D.
Los patrones de marcha anormales o compensatorios pueden predisponer a diversas patologías:
Fascitis plantar
Tendinopatías del tendón de Aquiles
Síndrome de estrés tibial medial (shin splints)
Condromalacia rotuliana
Dolor lumbar crónico
Bursitis de cadera
Desgaste precoz de articulaciones (artrosis)
Estas lesiones suelen aparecer por mal apoyo plantar, desalineación de rodillas, debilidad en la musculatura estabilizadora de cadera, o alteraciones en la fase de propulsión.
Corrección temprana de patrones defectuosos: permite detectar y tratar desequilibrios antes de que se manifiesten en forma de lesión.
Diseño de plantillas ortopédicas personalizadas: para corregir sobrecargas y mejorar el reparto de fuerzas.
Reeducación funcional: a través de ejercicios específicos de fortalecimiento, propiocepción y elongación.
Mejor rendimiento deportivo: optimizando la biomecánica se mejora la eficiencia del movimiento.
Prevención en poblaciones especiales: como adultos mayores, deportistas o personas con antecedentes de cirugía ortopédica.
Dolor persistente al caminar o correr
Recaídas frecuentes de lesiones
Asimetrías visibles en la marcha
Cirugías previas en miembros inferiores
Uso de plantillas sin evaluación previa
Deportistas de mediano y alto rendimiento
La prevención es uno de los pilares fundamentales en la medicina moderna, y el estudio de la marcha representa una estrategia eficaz para identificar factores de riesgo biomecánicos que puedan desencadenar lesiones musculoesqueléticas. Desde la traumatología, su incorporación en la evaluación integral del paciente permite no solo tratar, sino anticiparse a la aparición de patologías, mejorando así la calidad de vida y el desempeño funcional.