El pie caído es un trastorno que se diagnostica, generalmente, durante una exploración física. El médico te observará mientras caminas y verificará los músculos de la pierna para saber si están débiles. Además, el médico controlará el entumecimiento de la tibia, así como de la parte superior del pie y de los dedos.
A veces, el pie caído es causado por el crecimiento excesivo del hueso en el conducto vertebral, o por un tumor o quiste que ejerce presión en el nervio de la rodilla o de la columna vertebral. Las pruebas de diagnóstico por imágenes pueden ayudar a identificar este tipo de problemas.
La electromiografía y los estudios de conducción nerviosa miden la actividad eléctrica en los músculos y en los nervios. Estas pruebas pueden ser incómodas, pero son útiles para determinar la ubicación del daño a lo largo del nervio afectado.
El tratamiento del pie caído depende de la causa. Si la causa se trata satisfactoriamente, el pie caído podría mejorar o incluso desaparecer. Si no se puede tratar la causa, es posible que el pie caído sea permanente.
El tratamiento del pie caído puede comprender: