El dolor en la zona cervical, conocido comúnmente como cervicalgia, es una de las molestias musculoesqueléticas más frecuentes en la población adulta. Afecta la región del cuello comprendida entre la base del cráneo y la parte superior de la espalda, pudiendo irradiarse a hombros, brazos e incluso provocar dolor de cabeza.
Mala postura: permanecer largos períodos frente a la computadora o el celular favorece la tensión en los músculos del cuello.
Contracturas musculares: por estrés, esfuerzo físico inadecuado o movimientos bruscos.
Artrosis cervical: desgaste progresivo de las articulaciones de la columna cervical.
Hernias de disco cervicales: cuando el material del disco intervertebral comprime raíces nerviosas.
Traumatismos: como el latigazo cervical tras un accidente de tránsito.
Enfermedades reumatológicas: artritis reumatoide, espondilitis anquilosante u otras alteraciones inflamatorias.
Dolor localizado en cuello y nuca.
Rigidez al girar o inclinar la cabeza.
Dolor irradiado hacia hombros, brazos o zona dorsal.
Cefaleas tensionales.
Hormigueo, debilidad o pérdida de fuerza en brazos y manos (en casos neurológicos).
El diagnóstico debe ser realizado por un especialista en traumatología o medicina física. Se inicia con la historia clínica y la exploración física. En algunos casos, se complementa con estudios de imágenes:
Radiografías cervicales: para observar alineación y artrosis.
Resonancia magnética (RMN): útil para valorar hernias de disco o compresiones nerviosas.
Electromiografía: si existen síntomas neurológicos.
El manejo del dolor cervical dependerá de la causa y la intensidad:
Medidas generales:
Corregir la postura.
Realizar pausas activas si se trabaja muchas horas frente al ordenador.
Aplicar calor local para relajar la musculatura.
Tratamiento médico:
Analgésicos y antiinflamatorios.
Relajantes musculares en casos de contracturas intensas.
Infiltraciones en casos de dolor crónico o persistente.
Fisioterapia y rehabilitación:
Ejercicios de fortalecimiento y estiramiento cervical.
Técnicas de terapia manual.
Reeducación postural.
Tratamiento quirúrgico:
Reservado para casos graves, como hernias de disco con compresión medular o radicular significativa.
Mantener una postura correcta al sentarse o usar dispositivos electrónicos.
Evitar cargar peso excesivo sobre los hombros.
Realizar actividad física regular que incluya estiramientos cervicales y dorsales.
Dormir con una almohada adecuada que respete la curvatura natural del cuello.
✅ El dolor cervical es muy común y, en la mayoría de los casos, tiene solución con hábitos saludables, tratamiento médico y fisioterapia. Consultar a un especialista permite un diagnóstico correcto y evita complicaciones a largo plazo.