El esguince de rodilla se produce cuando uno de los cuatro ligamentos que sujetan la articulación sufre un súbito estiramiento o se desgarra parcial o totalmente. Puede deberse a un golpe directo en cualquier punto de la rodilla o a un movimiento anormal y violento, como un giro rápido de la articulación con el pie apoyado en el suelo o al aterrizar después de un salto. De hecho es una lesión muy frecuente en la práctica de deportes como el fútbol, baloncesto, balonmano, etc.
Síntomas del esguince de rodilla
Los síntomas de un esguince de rodilla son muy concretos y la mayoría aparecen en el mismo momento de producirse la lesión:
Clasificación del esguince de rodilla
Los esguinces se clasifican en función de cómo se ha visto afectado el ligamento:
Para realizar el diagnóstico se realiza una primera exploración analizando la movilidad de la rodilla para detectar movimientos anormales, que indicarían que el esguince es grave y que incluso puede haberse producido la rotura del mismo. Seguidamente, se realizará una radiografía para detectar la eventual existencia de una fractura ósea asociada al esguince. Ante la sospecha de que pueda existir una lesión del ligamento cruzado o del menisco, se realizará una resonancia magnética.
El tratamiento dependerá del ligamento que haya resultado afectado y la gravedad del esguince. En tanto que el esguince de rodilla sea de Grado I, se opta por un tratamiento conservador basado la aplicación de hielo, la toma de antiinflamatorios y el uso de una rodillera articulada que mantendrá el ligamento en su sito y controlará los movimientos de la rodilla. Si se ha producido un derrame y el líquido no llega a reabsorberse, puede ser necesario proceder a su extracción mediante una punción. Se iniciará el proceso de rehabilitación a los pocos días. El tiempo de recuperación puede oscilar entre las tres y cuatro semanas.
Si el esguince es de Grado II, es necesario mantener la rodilla inmovilizada con el fin de que el ligamento pueda cicatrizar convenientemente. Será necesario el uso de muletas y un periodo de fisioterapia después de retirada la escayola. El tiempo de recuperación suele ser de cuatro a seis semanas.
La rotura del ligamento, esguince de rodilla de Grado III, implica la necesidad de recurrir a la cirugía para restablecer su integridad y evitar la inestabilidad de la articulación. También será necesario realizar rehabilitación y en este caso la recuperación total puede demorarse hasta ocho semanas.
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