La fractura de clavícula es una lesión común, especialmente en niños, adolescentes y personas activas que practican deportes de contacto o actividades físicas intensas. La clavícula, también conocida como la “collarbone” en inglés, es un hueso largo y delgado que conecta el esternón con el hombro, formando parte de la estructura que soporta el brazo y permite una amplia gama de movimientos.
Las fracturas de clavícula suelen ocurrir por una caída directa sobre el hombro, un golpe fuerte en la clavícula o una caída sobre el brazo extendido. En casos menos comunes, una fuerza de compresión significativa o un trauma en el pecho también pueden provocar una fractura de este hueso. En los recién nacidos, este tipo de fractura puede ocurrir durante un parto difícil.
Los síntomas más comunes de una fractura de clavícula incluyen:
El diagnóstico de una fractura de clavícula generalmente se realiza mediante un examen físico y una radiografía. En algunos casos, si se sospecha de una fractura más compleja o si se necesita evaluar mejor la extensión de la lesión, se pueden utilizar otros métodos de imagen como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM).
El tratamiento de una fractura de clavícula depende de la ubicación y la gravedad de la fractura, así como de la edad y el nivel de actividad del paciente.
Tratamiento no quirúrgico: En la mayoría de los casos, especialmente si los extremos del hueso no se han desplazado, la fractura se puede tratar sin cirugía. Esto incluye el uso de un cabestrillo o una férula para inmovilizar el brazo, junto con analgésicos para manejar el dolor. Se recomienda reposo, y con el tiempo, el hueso comenzará a sanar por sí solo. La fisioterapia puede ser necesaria para restaurar la movilidad y la fuerza del hombro y el brazo una vez que la fractura ha comenzado a sanar.
Tratamiento quirúrgico: Si la fractura está muy desplazada, es abierta (el hueso perfora la piel) o si involucra múltiples fragmentos, puede ser necesaria la cirugía. El procedimiento típico consiste en la colocación de placas y tornillos para realinear y estabilizar el hueso fracturado. Después de la cirugía, el paciente también puede necesitar un cabestrillo y realizar fisioterapia para recuperar la función completa del hombro.
La recuperación de una fractura de clavícula varía según la gravedad de la fractura y el tipo de tratamiento. En general, las fracturas simples pueden sanar en seis a ocho semanas en adultos y más rápidamente en niños. Las fracturas más graves, o aquellas que requieren cirugía, pueden tardar más tiempo en sanar completamente.
Es fundamental seguir las recomendaciones del médico y realizar los ejercicios de rehabilitación para asegurar una recuperación completa y evitar complicaciones como la pérdida de movilidad en el hombro o el desarrollo de una seudoartrosis, que es cuando el hueso no sana correctamente.
Para prevenir las fracturas de clavícula, es esencial tomar precauciones adecuadas durante la práctica de deportes de contacto o actividades físicas que impliquen riesgo de caídas. Usar equipo de protección, como hombreras en deportes como el fútbol americano, y practicar técnicas de caída seguras en deportes como el ciclismo o el esquí, puede reducir el riesgo de lesiones.
En resumen, la fractura de clavícula es una lesión común pero tratable. Con un diagnóstico y tratamiento adecuados, la mayoría de las personas pueden esperar una recuperación completa y volver a sus actividades normales.