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Fractura de cúbito: causas, síntomas y tratamiento

La fractura de cúbito es una lesión frecuente del antebrazo que puede afectar a personas de todas las edades. Este hueso, junto con el radio, forma la estructura ósea del antebrazo y permite la movilidad del codo y la muñeca. Cuando se fractura, puede comprometer tanto la función como la estabilidad del brazo.


🔹 Anatomía básica

El cúbito es el hueso más interno del antebrazo (del lado del meñique) y se articula con el húmero en el codo y con el radio en la muñeca. Su función principal es aportar estabilidad al antebrazo y servir de punto de inserción a numerosos músculos.


🔹 Causas más frecuentes

Las fracturas del cúbito suelen deberse a:

  • Caídas con el brazo extendido, especialmente al intentar frenar el impacto con la mano.

  • Golpes directos en el antebrazo, como los que pueden ocurrir en accidentes deportivos o de tránsito.

  • Traumatismos por torsión o accidentes laborales.

En algunos casos, la fractura puede comprometer también el radio (fractura de ambos huesos del antebrazo), lo que requiere un tratamiento más complejo.


🔹 Síntomas

Los signos y síntomas más comunes incluyen:

  • Dolor intenso en el antebrazo o el codo.

  • Hinchazón y hematoma en la zona.

  • Deformidad visible del antebrazo.

  • Dificultad o imposibilidad para mover el brazo o la muñeca.

  • En casos severos, puede observarse desplazamiento óseo o incluso una fractura abierta (el hueso atraviesa la piel).


🔹 Diagnóstico

El diagnóstico se realiza mediante:

  • Exploración física, evaluando movilidad, sensibilidad y circulación distal.

  • Radiografías del antebrazo en varias proyecciones para confirmar la ubicación y el tipo de fractura.

  • En fracturas complejas, puede ser necesaria una tomografía computarizada (TAC) para planificar la cirugía.


🔹 Tratamiento

El tratamiento depende del tipo de fractura y del grado de desplazamiento óseo.

  1. Tratamiento conservador:
    Se aplica en fracturas sin desplazamiento.

    • Inmovilización con yeso o férula durante 4 a 6 semanas.

    • Controles radiográficos periódicos.

    • Rehabilitación con fisioterapia una vez retirada la inmovilización.

  2. Tratamiento quirúrgico:
    Indicado cuando los fragmentos están desplazados o cuando se afecta también el radio.

    • Se realiza reducción abierta y fijación interna (RAFI) con placas y tornillos.

    • En algunos casos, se utilizan clavos intramedulares.

    • Luego se sigue con rehabilitación supervisada.


🔹 Recuperación y rehabilitación

La recuperación puede variar entre 6 y 12 semanas, dependiendo del tipo de fractura y el tratamiento aplicado.
La fisioterapia es fundamental para:

  • Recuperar la fuerza y movilidad.

  • Evitar rigidez articular.

  • Reeducar los movimientos del antebrazo y la muñeca.


🔹 Posibles complicaciones

  • Consolidación viciosa (mal alineamiento del hueso).

  • Pseudoartrosis (falta de unión ósea).

  • Lesiones nerviosas o vasculares asociadas.

  • Rigidez o limitación funcional.


🔹 Prevención

  • Usar protectores en deportes de contacto.

  • Evitar caídas manteniendo buena condición física y equilibrio.

  • En el ámbito laboral, usar equipos de seguridad adecuados.


🩺 Conclusión

La fractura de cúbito, aunque común, requiere una valoración médica precisa y un tratamiento adecuado para asegurar una correcta consolidación y evitar secuelas funcionales. El seguimiento con un traumatólogo y la rehabilitación guiada son claves para lograr una recuperación completa.