El running es una de las actividades físicas más populares y accesibles, con beneficios que van desde la mejora de la salud cardiovascular hasta la reducción del estrés. Sin embargo, aunque parece tan simple como salir a correr, muchos corredores se enfrentan a dolores, lesiones y limitaciones que podrían evitarse con un análisis adecuado de su técnica. Aquí es donde el estudio de la marcha se vuelve fundamental. Este análisis biomecánico, realizado por profesionales de la salud como traumatólogos y fisioterapeutas, permite identificar patrones de movimiento que pueden predisponer a lesiones o afectar el rendimiento.
El estudio de la marcha es un análisis biomecánico detallado de cómo una persona camina o corre. Utiliza herramientas avanzadas como cámaras de alta velocidad, plataformas de presión y sensores de movimiento para evaluar los diferentes componentes del movimiento del pie, el tobillo, la rodilla y la cadera. El objetivo es identificar posibles anomalías, asimetrías y patrones de compensación que, de no corregirse, pueden contribuir a lesiones crónicas.
En el caso de los corredores, un estudio de la marcha se centra específicamente en la técnica de carrera y el impacto del pie sobre el suelo, permitiendo observar aspectos como la cadencia, la pronación, la supinación y la alineación de las extremidades inferiores.
Prevención de Lesiones: Correr con una mala biomecánica puede provocar un exceso de carga en ciertas áreas del cuerpo. Por ejemplo, una sobrepronación (cuando el pie gira excesivamente hacia adentro) aumenta el riesgo de desarrollar tendinitis, fascitis plantar y dolor en las rodillas. Un análisis de la marcha permite detectar estos patrones y corregirlos antes de que se conviertan en un problema serio.
Mejora del Rendimiento: Una buena técnica no solo previene lesiones, sino que también mejora la eficiencia en la carrera. Al optimizar la alineación y la forma de pisar, se reduce el gasto energético, lo que se traduce en una mayor resistencia y velocidad.
Corrección Postural: El estudio también evalúa la postura general durante la carrera. Factores como la inclinación del tronco, la posición de los brazos y la estabilidad de la cadera son cruciales para correr con fluidez y sin dolor.
Elección del Calzado Adecuado: El calzado juega un papel fundamental en la biomecánica de la carrera. Tras el estudio de la marcha, se pueden hacer recomendaciones personalizadas para elegir el tipo de zapatilla que mejor se adapte a la pisada del corredor, reduciendo el impacto y proporcionando un soporte adecuado.
El estudio de la marcha para running se lleva a cabo en clínicas especializadas y suele incluir las siguientes etapas:
Anamnesis y Evaluación Clínica: Se comienza con una entrevista detallada para conocer el historial de lesiones, el nivel de entrenamiento y los objetivos del corredor. Luego, se realiza una exploración física para evaluar el rango de movimiento, la fuerza muscular y las posibles asimetrías.
Análisis de la Marcha y Carrera: El corredor camina y corre en una cinta mientras se graba en video desde diferentes ángulos. Se utilizan cámaras de alta velocidad y sistemas de captura de movimiento para evaluar cada fase de la carrera: apoyo inicial, despegue y fase de balanceo.
Análisis con Plataforma de Presión: Se utiliza una plataforma de presión que mide cómo se distribuye la carga a lo largo de la planta del pie. Esto permite detectar puntos de sobrecarga que pueden estar contribuyendo a problemas como la fascitis plantar o el dolor metatarsiano.
Interpretación de Resultados y Recomendaciones: Una vez obtenidos los datos, el profesional analiza los patrones de movimiento y sugiere cambios en la técnica, ejercicios específicos para fortalecer zonas débiles y estiramientos para mejorar la flexibilidad.
Si bien cualquier corredor puede beneficiarse de un análisis de la marcha, es especialmente recomendable para:
El estudio de la marcha es una herramienta valiosa para cualquier persona que desee practicar running de manera segura y eficiente. Con la guía de un traumatólogo o un fisioterapeuta especializado, es posible detectar y corregir alteraciones biomecánicas que, de no tratarse, podrían comprometer la salud y el rendimiento del corredor. Así, no solo se evitan lesiones, sino que se maximiza el potencial atlético, permitiendo disfrutar del running durante muchos años más.
Recuerda que cada pisada cuenta, y un pequeño ajuste en la técnica puede marcar la diferencia entre una carrera exitosa y una lesión. ¡Consulta a un profesional y cuida tu cuerpo, porque es el único que tienes para correr!