El fútbol es uno de los deportes más practicados a nivel mundial, pero también uno de los que más lesiones articulares provoca, especialmente en la rodilla. Esta articulación es clave en la movilidad del jugador, y debido a los cambios de ritmo, giros, frenadas bruscas y contacto físico, se encuentra constantemente expuesta a sobrecargas y traumatismos.
Lesión del Ligamento Cruzado Anterior (LCA)
Descripción: Es una de las lesiones más temidas. Ocurre generalmente por un movimiento brusco de rotación o cambio de dirección sin contacto directo.
Síntomas: Dolor agudo, inestabilidad de la rodilla, y derrame articular inmediato.
Tratamiento: Puede requerir cirugía reconstructiva y un largo proceso de rehabilitación (6-9 meses).
Lesión del Menisco (Interno o Externo)
Descripción: Los meniscos actúan como amortiguadores. Se lesionan por giros forzados de la rodilla, a menudo en posición de semiflexión.
Síntomas: Dolor, bloqueo o chasquidos articulares y sensación de “enganche”.
Tratamiento: En casos leves, reposo y fisioterapia. En otros, cirugía artroscópica.
Esguince del Ligamento Colateral Medial (LCM)
Descripción: Se produce por un golpe desde el lateral externo de la rodilla o una torsión forzada hacia adentro.
Síntomas: Dolor localizado, inflamación y limitación para caminar.
Tratamiento: Generalmente conservador, con inmovilización y fisioterapia.
Tendinitis Rotuliana (“Rodilla del Saltador”)
Descripción: Inflamación del tendón que une la rótula con la tibia, común en jugadores que realizan muchos saltos o patean repetidamente.
Síntomas: Dolor debajo de la rótula que aumenta al correr o saltar.
Tratamiento: Fisioterapia, corrección biomecánica y, en casos severos, infiltraciones o cirugía.
Condromalacia Rotuliana
Descripción: Reblandecimiento o desgaste del cartílago rotuliano, frecuente en jóvenes que entrenan intensamente sin una preparación adecuada.
Síntomas: Dolor anterior de rodilla, sobre todo al subir escaleras o estar mucho tiempo sentado.
Tratamiento: Ejercicios de fortalecimiento, control del entrenamiento y corrección de desequilibrios musculares.
Calentamiento y estiramiento adecuado antes de jugar.
Fortalecimiento de los músculos del muslo (cuádriceps e isquiotibiales).
Entrenamiento de propiocepción y equilibrio.
Uso de calzado adecuado y supervisión técnica profesional.
No ignorar el dolor y consultar precozmente ante molestias persistentes.
Las lesiones de rodilla en futbolistas pueden afectar significativamente el rendimiento y la carrera de un jugador. La clave está en la prevención, el diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, que debe ser siempre supervisado por un traumatólogo especializado en medicina deportiva. Jugar con responsabilidad y cuidarse fuera del campo es tan importante como entrenar con intensidad.
¿Sufriste alguna molestia en la rodilla? No lo ignores. Un control a tiempo puede marcar la diferencia.