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Medias de compresión: cuándo y cómo usarlas

Las medias de compresión están indicadas para prevenir o mejorar problemas circulatorios.
La probabilidad de desarrollar una patología de este tipo aumenta con la edad, especialmente en las mujeres debido a los cambios hormonales que experimentan a lo largo de los años, aunque también están asociadas a seguir malos hábitos de vida, a la toma de ciertos medicamentos, a la obesidad, o incluso a factores genéticos.

Para prevenir estos problemas de salud, entre los que se incluye la insuficiencia venosa, resulta de gran ayuda el uso de medias de compresión; sin embargo, hay que saber cuáles son las más adecuadas en cada caso, y cómo y cuándo utilizarlas para obtener sus beneficios.

 

Para qué se utilizan las medias de compresión y cómo actúan
Las medias de compresión se usan con el objetivo de prevenir o mejorar problemas de salud. Son uno de los métodos más utilizados como tratamiento frente a la mala circulación sanguínea, ya que se utilizan para prevenir y para tratar enfermedades de origen venoso, (varices, síndrome post trombótico, insuficiencia venosa crónica, malformaciones arteriovenosas), edemas del sistema linfático (linfedema), lipoedemas (enfermedades relacionadas con el tejido adiposo), para personas que han sufrido quemaduras y para reducir los edemas localizadas por enfermedades degenerativas.

Consejos para utilizar bien las medias de compresión
El diseño y el material con el que están confeccionadas las medias de compresión consiguen que al ponérnoslas realicen una gran presión a la altura del tobillo, la cual se va reduciendo a lo largo de la pierna hasta llegar a la cadera, con el objetivo de favorecer el retorno sanguíneo, es decir, que la sangre llegue con mayor facilidad al corazón.

Y es que la presión que ejercen en diferentes puntos de las piernas consigue que las válvulas venosas, las que se encargan de que la sangre ascienda por las venas evitando la fuerza de la gravedad, funcionen correctamente, y por tanto la sangre continúe su camino hacia el corazón.

 

Las medias de compresión se diferencian unas de otras por el grado de la presión de compresión, y por la elasticidad y memoria elástica de la media; mientras que podemos encontrar diferentes materiales de compresión y formas de fabricación, por lo que la elección no es fácil y por ello es indispensable que la prescriba un profesional.