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Osteoporosis: una amenaza silenciosa para los huesos

La osteoporosis es una enfermedad esquelética sistémica caracterizada por una disminución de la densidad ósea y una alteración de la microarquitectura del tejido óseo, lo que incrementa la fragilidad del hueso y el riesgo de fracturas. Como traumatólogo, veo a diario las consecuencias devastadoras que puede tener esta condición cuando no se diagnostica ni trata a tiempo.

¿Por qué se produce la osteoporosis?

El hueso es un tejido vivo en constante remodelación. Durante la juventud, la formación ósea supera a la resorción, pero a partir de los 30-35 años, este equilibrio se invierte lentamente. En algunas personas, este proceso se acelera, ya sea por factores genéticos, hormonales o por estilos de vida inadecuados.

Los factores de riesgo más comunes incluyen:

  • Edad avanzada

  • Menopausia precoz o deficiencia estrogénica

  • Sedentarismo

  • Dieta baja en calcio y vitamina D

  • Consumo excesivo de alcohol y tabaco

  • Uso prolongado de corticoides

  • Antecedentes familiares de fracturas por fragilidad

¿Qué consecuencias tiene?

Las fracturas osteoporóticas más frecuentes ocurren en:

  • Cadera

  • Columna vertebral (vértebras)

  • Muñeca

Una fractura de cadera, por ejemplo, no solo implica dolor e inmovilidad, sino que puede ser el inicio de una cadena de eventos que reducen drásticamente la calidad de vida del paciente. En adultos mayores, hasta un 20-30% de los pacientes fallecen en el año siguiente a una fractura de cadera debido a complicaciones postoperatorias o deterioro general.

Diagnóstico: más allá del dolor

La osteoporosis suele ser silenciosa hasta que aparece la primera fractura. El diagnóstico se realiza principalmente mediante una densitometría ósea (DEXA), que mide la densidad mineral ósea. Un resultado de T-score igual o inferior a -2.5 confirma el diagnóstico.

Además, es fundamental evaluar factores secundarios con análisis de laboratorio para descartar causas endocrinas, nutricionales o metabólicas.

Tratamiento: prevenir, detener, fortalecer

El tratamiento de la osteoporosis incluye:

1. Prevención:

  • Dieta rica en calcio y vitamina D

  • Ejercicio físico regular (sobre todo ejercicios con carga y de fuerza)

  • Evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol

2. Medicación:

  • Suplementos de calcio y vitamina D

  • Bifosfonatos (alendronato, risedronato, ácido zoledrónico)

  • Denosumab (anticuerpo monoclonal)

  • Terapias hormonales en casos seleccionados

  • Análogos de la parathormona (teriparatida) en osteoporosis severas

3. Prevención de caídas:

Como traumatólogo, insisto en la importancia de adaptar el hogar de los adultos mayores: buena iluminación, eliminación de alfombras sueltas, instalación de pasamanos, y uso de calzado adecuado.

Conclusión

La osteoporosis no debe ser vista como una consecuencia inevitable del envejecimiento, sino como una condición prevenible y tratable. Identificar a tiempo a los pacientes en riesgo y brindarles un tratamiento adecuado puede evitar fracturas, sufrimiento y pérdida de autonomía.

Si tiene más de 50 años y ha tenido alguna fractura por una caída menor, consulte con su médico. Un simple estudio puede cambiar su futuro.