Cualquiera que practique un deporte sabe que el riesgo de una lesión existe: más allá de cuán cuidadoso sea, el deportista ⏤aficionado o profesional⏤ entiende que nadie está exento de un mal movimiento, caída o torcedura.
En aquellas disciplinas que exigen movimientos repetitivos y exigencias de parte de la mano o la muñeca, como el tenis o el handball, la tendinitis puede ser una lesión habitual. De hecho, el tandilense Juan Martín Del Potro sufrió este tipo de lesión varias veces a lo largo de su carrera.
Tendinitis: ¿por qué se produce?
Los tendones son tejidos que conectan los músculos con los huesos, y existen dos que bajan a lo largo de la cara dorsal del dedo pulgar hacia la muñeca. La tendinitis de De Quervain se produce cuando esos tendones están inflamados.
Esta lesión es habitual en diferentes deportes: golf, tenis, básquet, handball y hockey, entre otros. Pero también puede ocurrirles a personas que fuerzan la articulación de la muñeca levantando peso frecuentemente, o que realizan alguna actividad que requiere movimientos repetitivos en esa articulación.
El uso intensivo de computadoras y teléfonos móviles, por ejemplo, es desde hace años una causa creciente de tendinitis. En una nota al medio El Cronista, la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano informa que “cerca del 50% de las personas que pasan más de ocho horas diarias frente a una computadora sufren este problema”.
Factores de riesgo, síntomas y recuperación
Algunos síntomas típicos de la tendinitis de De Quervain son:
Dolor e inflamación cerca de la base del pulgar.
Problemas para mover el dedo y la muñeca al agarrar o extender el pulgar.
Sensación de hormigueo o “trabas” al querer mover el pulgar.
Entre los factores de riesgo, más allá de la actividad realizada, se cuentan la edad ⏤es más frecuente en personas de entre 30 y 50 años⏤ y el sexo ⏤la tendinitis de De Quervain es más prevalente en las mujeres. También se ha asociado a la artritis como una condición que puede favorecer su aparición.
La tendinitis mejora con el uso de muñequeras o férulas inmovilizadoras, dependiendo de la necesidad de cada persona. Las muñequeras aportan calor terapéutico y sujeción a los grupos musculares y articulares, aliviando el dolor y contribuyendo a desinflamar la zona. También es muy importante el reposo para poder conseguir una pronta recuperación.