• +54 9 230 454-4046
  • +54 9 11 6510-6146

¿Te torciste el tobillo? Podría ser un esguince

El esguince de tobillo es una de las lesiones más frecuentes tanto en deportistas como en personas que simplemente dan un mal paso en la calle. Aunque muchas veces se lo minimiza como “una simple torcedura”, si no se trata adecuadamente puede generar dolor crónico, inestabilidad y predisposición a nuevas lesiones.


¿Qué es un esguince de tobillo?

Es una lesión que afecta los ligamentos del tobillo, estructuras fundamentales que brindan estabilidad a la articulación. Ocurre cuando el pie gira bruscamente hacia adentro o hacia afuera, estirando o rompiendo uno o más ligamentos.

Existen tres grados de esguince:

  • Grado I (leve): distensión ligamentaria sin rotura.

  • Grado II (moderado): desgarro parcial del ligamento.

  • Grado III (grave): rotura completa del ligamento.


¿Cuáles son los síntomas?

  • Dolor al mover o apoyar el pie.

  • Hinchazón que aparece rápidamente.

  • Moretones o hematomas.

  • Sensación de inestabilidad o debilidad al caminar.

  • En los casos graves, se puede escuchar un “chasquido” en el momento de la lesión.


¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se basa en el examen físico, donde el traumatólogo evalúa la movilidad, el dolor y la estabilidad del tobillo. En ciertos casos se solicitan estudios como:

  • Radiografías: para descartar fracturas óseas.

  • Ecografía o resonancia magnética: útiles para valorar el grado de lesión ligamentaria.


Tratamiento: no lo dejes pasar

El tratamiento dependerá del grado del esguince:

🔹 Grado I y II:

  • Reposo, hielo, compresión y elevación (protocolo RICE).

  • Medicación antiinflamatoria.

  • Uso de vendaje funcional o tobillera.

  • Rehabilitación kinesiológica para recuperar fuerza, movilidad y equilibrio.

🔹 Grado III:

  • Puede requerir inmovilización con bota ortopédica.

  • En casos de inestabilidad persistente, se evalúa la necesidad de cirugía reparadora.

  • La rehabilitación es fundamental y puede extenderse por varias semanas.


¿Cuándo volver a la actividad física?

El retorno al deporte o a las actividades normales debe ser progresivo y con alta precaución. Apresurar el regreso puede provocar recaídas o esguinces repetitivos, lo que lleva a una inestabilidad crónica del tobillo.


Prevención: clave para evitar recaídas

  • Fortalecer los músculos del tobillo y la pierna.

  • Entrenar el equilibrio y la propiocepción.

  • Usar calzado adecuado según la actividad.

  • Realizar siempre una entrada en calor antes del ejercicio.


Conclusión

Un esguince de tobillo mal tratado puede dejar secuelas duraderas. Si sufriste una torcedura, no subestimes la lesión: consultá a un profesional y seguí un tratamiento adecuado. Tu salud y tu movilidad lo valen.