Durante la exploración física, el médico presionará suavemente la zona afectada para determinar la ubicación del dolor y si hay sensibilidad o hinchazón. El médico evaluará la flexibilidad, la alineación, la amplitud de movimiento, y los reflejos del pie y del tobillo.
Es posible que el médico solicite una o más de las siguientes pruebas para evaluar tu afección:
La tendinitis suele responder de manera positiva a las medidas de cuidado personal. Pero si los signos y síntomas que manifiestas son graves o persistentes, es posible que el médico sugiera otras opciones de tratamiento.
Si los analgésicos de venta libre, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) o naproxeno (Aleve), no son suficientes, el médico puede recetarte otros medicamentos más fuertes para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
Un fisioterapeuta podría sugerirte algunas de las siguientes opciones de tratamiento:
Ejercicios. Los terapeutas, a menudo, recetan ejercicios de estiramiento y fortalecimiento específicos para promover la recuperación y para fortalecer el tendón de Aquiles y sus estructuras de soporte.
Se ha determinado que un tipo especial de fortalecimiento denominado «fortalecimiento excéntrico», que consiste en bajar lentamente un peso luego de elevarlo, es particularmente útil para los problemas persistentes en el tendón de Aquiles.
En Ortopedia del Campus podrá encontrar este producto y el asesoramiento necesario para su mejor recuperación.