• +54 9 230 454-4046
  • +54 9 11 6510-6146

Torcedura de rodilla: causas, síntomas y tratamiento

La torcedura de rodilla es una lesión frecuente que ocurre cuando la articulación sufre un movimiento brusco o forzado, generalmente por un giro repentino, una caída, un mal apoyo o durante la práctica deportiva. Este tipo de lesión puede comprometer ligamentos, meniscos, cápsula articular e incluso cartílago, por lo que requiere una correcta evaluación médica para evitar complicaciones a largo plazo.


Causas más comunes

La torcedura de rodilla puede producirse en diversas situaciones, entre ellas:

  • Deportes de contacto o con cambios de dirección rápidos (fútbol, básquet, rugby, esquí).

  • Movimientos bruscos al caminar o correr en superficies irregulares.

  • Caídas o resbalones con el pie fijo en el suelo mientras el cuerpo gira.

  • Sobrecarga articular en personas con debilidad muscular o antecedentes de lesiones previas.


Síntomas

Los síntomas varían según la gravedad y las estructuras afectadas, pero los más frecuentes son:

  • Dolor agudo e inmediato en la articulación.

  • Inflamación que puede aparecer en las primeras horas.

  • Sensación de inestabilidad o “falla” de la rodilla.

  • Limitación de movimiento, dificultad para apoyar el peso corporal.

  • Chasquidos o crujidos al momento de la lesión.

En casos severos, la torcedura puede provocar lesiones en los ligamentos (como el cruzado anterior o colateral medial) o en los meniscos, lo que requiere un abordaje especializado.


Diagnóstico

Un traumatólogo realiza:

  • Exploración física para evaluar la estabilidad de los ligamentos.

  • Pruebas de imagen (radiografías para descartar fracturas, resonancia magnética para evaluar ligamentos y meniscos).

  • Historia clínica detallada para identificar el mecanismo de la lesión.


Tratamiento

El tratamiento depende del grado de la lesión:

1. Primeros auxilios (método RICE)

  • Reposo: evitar apoyar la pierna.

  • Hielo: aplicar compresas frías cada 20 minutos para reducir la inflamación.

  • Compresión: vendaje elástico para disminuir la hinchazón.

  • Elevación: mantener la pierna elevada para mejorar el retorno venoso.

2. Tratamiento médico

  • Medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor y la inflamación.

  • Fisioterapia: ejercicios para recuperar movilidad, fuerza y estabilidad.

  • Ortesis o rodilleras en casos moderados.

3. Cirugía

Cuando hay lesiones graves (rotura de ligamentos o meniscos) puede ser necesario un tratamiento quirúrgico, especialmente en personas jóvenes o deportistas que desean volver a la actividad física de alto rendimiento.


Prevención

  • Realizar ejercicios de fortalecimiento de cuádriceps, isquiotibiales y glúteos.

  • Calentar y estirar antes de la actividad física.

  • Usar calzado adecuado para cada deporte.

  • Evitar cambios bruscos de dirección o superficies inestables.


Conclusión

La torcedura de rodilla no debe subestimarse. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son fundamentales para prevenir complicaciones como inestabilidad crónica, lesiones meniscales o artritis precoz. Ante cualquier episodio de dolor, inflamación o dificultad para apoyar, es imprescindible consultar a un traumatólogo para una evaluación profesional y un plan de recuperación seguro.