¿Qué es la Fascitis Plantar?
La fascia plantar es un tejido conectivo, es decir, un tejido biológico que soporta, conecta o separa diferentes tejidos y órganos del cuerpo. De forma triangular, grueso y ancho, está situado debajo de la piel de la planta del pie.
Se extiende desde el tubérculo medial del calcáneo (hueso del talón), unido a fibras del tendón de Aquiles y se dirige hacia la parte delantera del pie. En su camino, en la parte media, donde se encuentran los huesos denominados metatarsos, se divide en cinco secciones, insertándose en cada una de las articulaciones metatarsofalángicas de los dedos de los pies. Además, se trata de una de las causas más frecuentes de talalgia, dolor en el talón.
La fascitis plantar es un proceso degenerativo en el origen de la fascia plantar como consecuencia de la sobrecarga mecánica, bien sea por actividad física, sobrepeso o alteraciones biomecánicas de la pisada. Esto implica una inflamación de la fascia, la banda gruesa de tejido que atraviesa la planta del pie.
En ocasiones coexiste con un sobrecrecimiento óseo conocido como espolón calcáneo, aunque su presencia no es imprescindible para el diagnóstico ni produce los síntomas.
Síntomas de la Fascitis Plantar
La fascitis plantar comúnmente causa dolor punzante en la parte interna del talón que suele desaparecer con los primeros pasos. A medida que te mueves el dolor normalmente disminuye, aunque puede retornar después de periodos de tiempo prolongados estando de pie o cuando te pones de pie después de estar sentado.
En el caso de deportistas, en cuanto a fascitis plantar, sus síntomas se manifiestan por la mañana y después de realizar deporte. Hay que tener en cuenta que una vez comienzan a aparecer los primeros síntomas es conveniente tomar medidas debido a que es muy probable que la fascitis se siga agudizando, pudiendo llegar a ser muy limitante tanto para la actividad deportiva como para la vida normal de la persona.
Fascitis Plantar: causas más comunes
La fascia plantar tiene forma de arco, sostiene al pie y absorbe el choque al caminar. Si la tensión y el estrés aplicado a dicho arco del pie se vuelve demasiado grande, es posible que ocurran pequeños desgarros en la fascia.
Aunque la fascia plantar puede presentarse sin una causa obvia existen factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir esta afección:
La edad: la fascitis plantar suele ser más común entre los 40 y 60 años.
Calzado inadecuado: sobre todo sandalias y calzado básico, como el veraniego
Sobrepeso: el exceso de peso ejerce una presión adicional sobre la fascia plantar.
Alteraciones de la pisada: el pie plano o el pie cavo o incluso un patrón anormal de caminar puede afectar a la forma en que se distribuye el peso al caminar, pudiendo ocasionar una mayor tensión en la fascia plantar.
Ciertos tipos de ejercicio: toda actividad deportiva que ejerza mucha presión sobre el talón y sus tejidos adheridos. Algunos deportes con mayor probabilidad de desarrollar fascitis plantar son la danza aeróbica o aquellos en que se produzcan carreras de larga distancia.
Otras causas de la fascitis plantar son:
Tendón de Aquiles corto
Musculatura del pie débil
Trabajos en los que hay que mantenerse de pie
Tratamiento de la Fascitis Plantar
Es importante que, ante sospecha de padecer fascitis plantar, un traumatólogo especialista en pie realice una valoración adecuada, con un estudio previo de la biomecánica y de la pisada.
En una primera fase, el profesional puede recomendar para aliviar el dolor:
Ejercicios de estiramiento
Reposo relativo
Antiinflamatorios no esteroides
Masaje con botella de agua congelada cubierta con un paño para evitar quemaduras térmicas
Férulas nocturnas
Pérdida de peso, en caso de que la fascitis esté relacionada con sobrepeso.
Uso de plantares ortopédicos realizados a la medida del paciente.